Júpiter: El Gigante


El Gigante del Sistema Solar, con cientos de miles de millones de años de existir, nosotros apenas desde la Tierra lo podemos comprender. 

Júpiter es el quinto planeta del Sistema Solar. Forma parte de los denominados planetas exteriores o gaseosos. Recibe su nombre del dios romano Júpiter (Zeus en la mitología griega).
Se trata del planeta que ofrece un mayor brillo a lo largo del año dependiendo de su fase. Es, además, después del Sol, el mayor cuerpo celeste del Sistema Solar, con una masa casi dos veces y media la de los demás planetas juntos (con una masa 318 veces mayor que la de la Tierra y 3 veces mayor que la de Saturno).

Formación de Júpiter

Las teorías de formación del planeta son de dos tipos:
  • formación a partir de un núcleo de hielos de una masa en torno a 10 veces la masa terrestre capaz de atraer y acumular el gas de la nebulosa protosolar
  • formación temprana por colapso gravitatorio directo como ocurriría en el caso de una estrella.
Ambos modelos tienen implicaciones muy distintas para los modelos generales de formación del Sistema Solar y de los sistemas de planetas extrasolares. En ambos casos los modelos tienen dificultades para explicar el tamaño y masa total del planeta, su distancia orbital de 5 ua, que parece indicar que Júpiter no se desplazó sustancialmente de la región de formación, y la composición química de su atmósfera, en particular de gases nobles, enriquecidos con respecto al Sol. El estudio de la estructura interna de Júpiter, y en particular, la presencia o ausencia de un núcleo interior permitiría distinguir ambas posibilidades.
Las propiedades del interior del planeta pueden explorarse de manera remota a partir de las perturbaciones gravitatorias detectadas por una sonda espacial cercana.
Actualmente existen propuestas de misiones espaciales para la próxima década que podrían responder a estos interrogantes.


Júpiter es un cuerpo masivo gaseoso, formado principalmente por hidrógeno y helio, carente de una superficie interior definida. Entre los detalles atmosféricos se destacan la Gran mancha roja, un enorme anticiclón situado en las latitudes tropicales del hemisferio sur, la estructura de nubes en bandas y zonas, y la fuerte dinámica de vientos zonales con velocidades de hasta 140 m/s (504 km/h). Se piensa que puede ser una "Estrella fallida" debido a sus grandes cantidades de hidrógeno y helio.


La atmósfera de Júpiter no presenta una frontera clara con el interior líquido del planeta; la transición se va produciendo de una manera gradual. Se compone en su mayoría de Hidrógeno (87%) y Helio (13%), además de contener Metano, Vapor de agua, Amoníaco, y Sulfuro de hidrógeno, todas estas con < 0,1% de la composición de la atmósfera total.


Los principales satélites de Júpiter fueron descubiertos por Galileo Galilei el 7 de enero de 1610, razón por la que se los llama en ocasiones satélites galileanos. Reciben sus nombres de la mitología griega si bien en tiempos de Galileo se los denominaba por números romanos dependiendo de su orden de cercanía al planeta. Originalmente, Galileo bautizó a los satélites como "Mediceos", en honor a Cosme de Médicis, duque de Florencia. El descubrimiento de estos satélites constituyó un punto de inflexión en la ya larga disputa entre los que sostenían la idea de un sistema geocéntrico, es decir, con la Tierra en el centro del universo, y la copernicana (o sistema heliocéntrico, es decir, con el Sol en el centro del Universo), en la cual era mucho más fácil explicar el movimiento y la propia existencia de los satélites naturales de Júpiter.
Los cuatro satélites principales son muy distintos entre sí. Ío, el más interior, es un mundo volcánico con una superficie en constante renovación y calentado por efectos de marea provocados por Júpiter y Europa. Europa, el siguiente satélite, es un mundo helado bajo el cual se especula la presencia de océanos líquidos de agua e incluso la presencia de vida. Ganímedes, con un diámetro de 5268 km, es el satélite más grande de todo el sistema solar. Está compuesto por un núcleo de hierro cubierto por un manto rocoso y de hielo. Calisto se caracteriza por ser el cuerpo que presenta mayor cantidad de cráteres producidos por impactos en todo el sistema solar.

Esto sería lo que veríamos si estuvieramos parados desde la superficide del satélite Ío.

Según estudios llevados a cabo recientemente, Júpiter puede capturar satélites y cometas que eventualmente se convierten en lunas. Este fue el caso del cometa Kushida-Muramatsu que se convirtió en una luna jupiterina desde 1949 hasta 1961 y cuyos datos fueron presentados por David Asher el 14 de septiembre del presente año en el Congreso Europeo de Ciencia Planetaria en Potsdam.

¿Es Júpiter nuestro protector o puede ser nuestro enemigo?
“Afortunadamente para nosotros, Júpiter, hasta el momento se ha caracterizado por ser un planeta protector de la Tierra, a atraer los objetos y minimizar así el riesgo de impacto de estos con nuestro planeta. La posibilidad ahora encontrada de que un cometa sea atrapado, convirtiendose en luna para posteriormente salir despedido siembra cierto temor y duda ante una inquietante probabilidad, la posibilidad de que el cometa saliera despedido en dirección a la Tierra; algo que ha puesto de manifiesto los modelos computacionales y que puede darse en un futuro más o menos lejano”, dijo el Dr. Asher.
El objeto que impactó contra Júpiter en julio de 2009, causando una mancha oscura, y que fue descubierto por el astrónomo aficionado australiano Anthony Wesley, tal vez fue un objeto de esta clase de cometas.
“Nuestros estudios han acabado por demostrar que la frecuencia de captura de cometas por parte de Júpiter se produce más a menudo de lo que se pensaba”, confirmó el Dr. Asher.
El equipo también confirmó un posible candidato a luna de Júpiter en el futuro. El cometa 111P/Helin-Roman-Crocckett que ya orbitó Júpiter, dando 3 vueltas entre 1967 y 1985, en esta nueva ocasión dará 6 vueltas alrededor del planeta gigante entre 2068 y 2086 antes de salir despedido de nuevo al espacio.
Fuente: NASA



Datos básicos   Júpiter   La Tierra 
Tamaño: radio ecuatorial   71.492 km.   6.378 km. 
Distancia media al Sol   778.330.000 km.   149.600.000 km. 
Día: periodo de rotación sobre el eje   9,84 horas   23,93 horas 
Año: órbita alrededor del Sol   11,86 años   1 año 
Temperatura media superficial   -120 º C   15 º C 
Gravedad superficial en el ecuador   22,88 m/s2   9,78 m/s2 

 

Los Anillos de Júpiter

Al contrario que los anillos de Saturno, que presentaban un patrón complejo e intrincado, Júpiter posee un único sistema sencillo de anillos compuesto por un halo interno, un anillo principal y un anillo Gossamer. Para la nave espacial Voyager, el anillo Gossamer parecía un sólo anillo, pero las imágenes captadas por Galilego nos muestran un descubrimiento inesperado, en realidad se trata de dos anillos. Uno está encerrado dentro del otro. Los anillos son muy tenues y están compuestos por partículas de polvo lanzadas al espacio cuando los meteoroides interplanetarios chocan con las cuatro lunas interiores de Júpiter: Metis, Adrastea, Tebe y Amaltea. Muchas de las partículas tienen un tamaño microscópico.
El halo interior tiene forma toroidal y se extiende radialmente desde unos 92,000 kilómetros (57,000 millas) hasta los 122,500 kilómetros (76,000 millas) desde el centr ode Júpiter. Estáformado por partículas de polvo procedentes del borde interior del anillo principal que "florecieron" hacia afuera a medida que caían hacia el planeta. En anillo principal y más brillante se extiende desde el borde del halo hasta los 128,940 kilómetros (80,000 millas) justo dentro de la órbita de Adrastea. Cerca de la órbita de Metis, el brillo del anillo principal dsiminuye.
Los dos tenues anillos Gossamer tiene una naturaleza bastante uniforme. El anillo Amaltea Gossamer más interno se extiende desde la órbita de Adrastea hasta la órbita de Amaltea a 181,000 kilómetros (112,000 millas) del centro de Júpiter. El anillo Tebe Gossamer más tenue se extiende desde la órbita de Amaltea hasta la órbita de Tebe a 221,000 kilómetros (136,000 millas).
Los anillos y lunas de Júpiter se mueven en el interior de un intenso cinturón de radiación compuesto por electrones e iones que han sido atrapdos por el campo magnético del planeta. Estas partículas y campos comprenden la magnetosfera joviana o entorno magnético, que se extiende desde los 3 a 7 millones de kilómetros (1.9 a 4.3 millones de millas) hacia el Sol, y se estrecha en forma de manga hasta alcanzar la órbita de Saturno - a una distancia de 750 millones de kilómetros (466 millones de millas).




Exploración espacial de Júpiter

Júpiter ha sido visitado por varias misiones espaciales de NASA desde 1973.
Las misiones Pioneer 10 y Pioneer 11 realizaron una exploración preliminar con sobrevuelos del planeta. La sonda Pioneer 10 sobrevoló Júpiter por primera vez en la historia en diciembre de 1973. La sonda Pioneer 11 le siguió justo un año después. Se tomaron las primeras fotos cercanas de Júpiter y de los satélites galileanos, se estudió su atmósfera, se detectó su campo magnético y se estudiaron sus cinturones de radiación.
Las misiones Voyager 1 y Voyager 2 visitaron Júpiter en 1979 revolucionando el conocimiento que se tenía del planeta y sus satélites y descubriendo también su sistema de anillos. Se descubrió que Ío tenía una actividad volcánica extraordinaria y que Júpiter también poseía anillos.
En 1995 la misión Galileo, que constaba de una sonda y un orbitador, inició una misión de exploración del planeta de 7 años. Aunque la misión tuvo importantes problemas con la antena principal que retransmitía los datos a la Tierra, consiguió enviar informaciones con una calidad sin precedentes sobre los satélites de Júpiter, descubriendo los océanos subsuperficiales de Europa y varios ejemplos de vulcanismo activo en Ío. La misión concluyó lanzando al orbitador contra el propio planeta para evitar una colisión futura con Europa que pudiera contaminar sus hielos.
En diciembre de 2000 la misión espacial Cassini/Huygens realizó un sobrevuelo lejano en su viaje con destino a Saturno obteniendo un conjunto de datos comparable en cantidad a los sobrevuelos realizados por las Voyager pero con una calidad de las observaciones mejor. A finales de febrero de 2007 el planeta Júpiter fue visitado por la sonda New Horizons en su viaje a Plutón.
Están en estudio misiones dedicadas a la observación de Júpiter y su satélite Europa por parte de las agencias espaciales NASA y ESA.


Y bueno después de ésta tan básica información acerca de lo que es el planeta más grande de nuestra familia Solar, aún quedan años de investigación arduos para poder darnos una visión más certera de lo que Júpiter hace aquí. Vamos con Saturno próximamente, los dejo con éste video.

AHHH, se me olvidaba, para nuestros lectores con gustos alternativos les dejo éste libro de Astrología cósmica Click Here!

Un Abrazo.
M.A.

 


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