Miedos Humanos


Al respecto de los datos variados, incoherentes e incluso opuestos entre sí que ha habido de los cambios energéticos esperados para diciembre de 2012 en nuestro Planeta, han habido reacciones tanto de positivismo y esperanza ante las promesas cósmicas de un cambio evolutivo espiritual global, como de miedo y preocupación ante la idea del posible "fin del mundo" o "catástrofe mundial". El resto es gama intermedia o indiferencia.


Sin embargo, tales espectativas negativas extremas a futuro no son el único motivo para temer o vivir alejados del amor incondicional con el que nacemos los seres humanos; al nacer todos carecemos de miedo, mas al ir creciendo vamos adoptando razones para temer, empezando por lo que aprendamos de nuestra familia y/o seres más cercanos; puede ser que adquiramos creencias de vida temerosas, basadas en estatutos de comportamiento específico con consecuencias al no cumplir espectativas ajenas, que temamos al no ser cumplidas nuestras propias espectativas de vida, o que simplemente temamos a lo que no nos gusta o nos asusta del exterior. Voy a profundizar un poco al respecto de los miedos que las personas creamos en nosotros mismos, ubicados y referentes a nuestros propios contenidos internos (sentimientos, pensamientos, instintos).

La realidad es que los seres humanos estamos y vivimos "bien" (y entiéndase 'bien' como vivir saludables de mente, cuerpo y actitud, independientemente de los bienes materiales que tengamos) cuando tenemos confianza en nosotros mismos, en lo que hacemos, en lo que nos rodea; sea esto nuestra relación con otros seres humanos, con otros seres vivos, con nuestro Planeta verde y azul, o incluso con el Universo o lo que conozcamos como NuestroDios; y esto parece fácil mientras todo a nuestro alrededor vibre con nosotros, ya sea que nos llene de emoción o de sentimientos que nos gusta sentir, o nos llene de pensamientos que concuerdan con nuestras ideas personales, o nos llene de energía positiva al interactuar con nuestro entorno.

Sin embargo, aún cuando todo ser humano tiene implícito su bienestar interno por composición esencial, hay veces en que las personas no lo aceptan o entienden y caen en pequeños juegos de vida que varían pero se basan en miedos, prejuicios o ignorancia; y éstos, como resumiría Claude Steiner en los 70, son los 'libretos de vida' "no amor" (variaciones de corazón insatisfecho que degeneran en comportamientos depresivos), "no gozo" (variaciones de esfuerzo insatisfecho -tanto propio como en coordinación con el de otros- que degeneran en comportamientos paranoicos -como adictos a su propio esfuerzo, sea el que sea-) y "no mente" (variaciones de razonamiento insatisfecho que degeneran en comportamientos maníacos -como locura por o ante algo-).


Cualquier malestar común de una persona con angustias es sencillo de identificar en estas tres categorías:

Evoco al "no amor" cuando creo que estoy solo, estoy mal y nadie me quiere, no se me entiende, no soy aceptado por quienes me rodean o por quien(es) me interesa que me acepte(n); me siento triste, desganado, abandonado y me deprimo. Evoco al "no gozo" cuando insisto ante mí mismo que yo estoy en lo correcto en cuanto a lo que soy, hago y digo, y los demás no; así que me cierro a los demás y sus mundos y me concentro sólo en mi versión de las cosas y en mi manera de lidiar con ellas, así como en mis propias respuestas y soluciones; lo cual me aísla de los demás y me hace paranoide en varios niveles al respecto de defenderme a mí mismo y mi punto de vista y opiniones, y creer que mi verdad es la absoluta, me haga o no feliz. Por último, evoco al "no mente" cuando elevo mi humor, acelerando e intensificando mis pensamientos y emociones, y distrayéndome fácilmente de usar la razón, al grado de no (poder/saber/querer) racionalizar.






La solución básica a estos libretos de vida se entiende sencilla en teoría: ACEPTAR nuestros miedos y ENCARARLOS, y lograr CONFIANZA en nosotros mismos; es importante identificar aquello que nos preocupa, saber si es provocado por un peligro real y presente o una suposición ya sea pasada, presente o futura; pues al identificar esto, podremos saber y decidir las acciones a tomar para superar ese miedo y terminarlo.




Los tipos de miedo que tenemos de "no amor" (o depresión) pueden ser miedo a la soledad, al rechazo, al abandono; y éstos pueden deberse a malas experiencias que nos han conducido a temerlo porque ya lo conocemos y no queremos experimentarlo de nuevo, y/o al hecho de estar experimentándolo en el presente, y/o al hecho de temer previsoriamente que podamos experimentarlo si tomamos ciertas decisiones o hacemos ciertas cosas que nos hagan ser rechazados o abandonados.




En cuanto a "no gozo", abarca desde drogadicción (la que vemos "normal" porque no entendemos como tal, como a la cafeína, aspirinas o antigripales en invierno) hasta paranoia, que es un punto en el que ya perdimos contacto con lo que nuestro cuerpo nos dice, y creemos estar bien incluso sufriendo y estando mal. Los tipos de miedo que tenemos relacionados con este libreto de vida pueden ser miedo a no estar en lo correcto, a cometer los errores de los demás, a ser atacado tanto nuestro modus vivendi y operandi como nuestro sistema de creencias; y éstos pueden deberse a que anteriormente hemos aprendido que los demás están equivocados y ya lo establecimos como una regla general de vida ("todos están equivocados siempre", "nunca confiar en otros", "estoy bien por mi cuenta"), y/o a que tenemos muy claro y estable nuestro modo de ser y operar y no pretendemos cambiarlo ni permitir que otros nos lo cambien, y/o a que tememos previsoriamente que alguien más irrumpa en nuestra vida y quiera cambiar nuestras costumbres o ataque o juzgue nuestros métodos, nuestras decisiones y acciones.




Los tipos de miedo que tenemos de "no mente" (locura que degenera en manía) pueden ser miedo a perder el control de nuestras ideas y emociones elevadas, a no ser capaces de prestar atención y cometer errores por ello, a no poder/saber/querer usar el razonamiento, o a querer usarlo pero sin saber cómo; y éstos pueden deberse a que adquirimos experiencia de ser aturdidos por problemáticas ante las cuales se nos presionaba para racionalizar como se nos decía que debía ser y no nos gustó o no logramos hacerlo bien (o como esperado), y/o a que no podemos o queremos prestar atención a lo que hacemos, pensamos o sentimos como sistema de defensa ante otro tipo de temor -ante el cual no racionalizamos-, y/o a que pensando de más tememos fuera de tiempo; ya sea que temamos por algo que haya ocurrido en el pasado y todavía no lo hayamos superado, o que temamos que en el presente algo que suponemos o no conocemos sea de cierta manera que nos perjudique o no nos guste, o que temamos reacciones o acciones que a futuro nos puedan perjudicar.




Como vemos, los miedos que provienen del interior de las personas y que son atribuidos al exterior deben atenderse en el interior para poder ser eliminados o al menos disminuidos. Muchas veces estas inquietudes crecen al grado de ser totalmente dañinas para quien las padece, al grado de afectar no sólo su persona y su armonía de vida en general, sino también sus relaciones interpersonales; esto porque quien se ciega a la libertad y felicidad mental, emocional y adrenalínica no la entiende ni en sí mismo ni en otros, y esto puede orillar a que terceras personas que sí aceptan la armonía y paz en sus vidas decidan alejarse si no pueden (o no quieren) lidiar con las preocupaciones innecesarias de quien no las abandona por costumbre. Como bien se dice, "Dios (o el Universo, la Energía Creadora) los hace y ellos (en su psique, en su ego) se juntan".


Así que a comprender lo sencillo de asunto: si hay quienes pueden compartirse sus vidas llenas de dramas y temores y preocupaciones, pues bien por ellos; en contraste, habemos quienes gozamos de compartir nuestras alegrías y optimismo ;)


Habemos quienes sabemos que lo que nos provoque tristeza es un hecho, mas no un sentimiento que es forzado a existir en nosotros; y sabemos que de haber un sentimiento de tristeza o amargura en nuestro ser, es algo que tenemos que desahogar para recuperar el balance y la paz originales y naturales. Lo mismo ocurre con los miedos y preocupaciones; aún siendo nuestros sentimientos, pensamientos o instintos alterados por los 'hechos' que ocurren en el mundo, en la vida a nuestro alrededor, o en las acciones que se dan entre las personas que conocemos y nosotros, nuestros miedos y preocupaciones son nuestros y están en nosotros. 'Dejar ser' esos sentimientos, pensamientos o instintos en nosotros es literalmente darle permiso a los fantasmas de la humanidad de posesionarnos y de hasta llegar a controlarnos y dirigirnos en todo lo que hacemos.

¿Es nuestra voluntad ser manejados? ¿Es lo que queremos, lo que estamos haciendo y viviendo? ¿Es nuestra interacción con la vida un constante movimiento de ida y venida que se trata de acción, o trata de pasividad? ¿Nos interesa seguir viviendo de manera proactiva (como cuando uno crea las acciones, positivas o negativas), o preferimos la vida reactiva (como cuando uno no actúa en su vida por convicción, sino que sólo reacciona a lo que le va moviendo o llegando del exterior)?

.... sabiendo esto de nosotros mismos, nos daremos cuenta de nuestra postura al respecto del futuro, lo que viene, lo que sucede de manera global y planetaria. Y sabremos si nos importa más vivir el presente en paz y armonía, a favor de la vida, o si aceptamos consumirnos en lo que nos carcome por dentro, siendo que nosotros 'lo dejamos nacer' en nosotros desde un principio.


A final de cuentas: Realmente, ¿qué de lo que somos y hacemos es lo que disfrutamos y nos hace bien....? ¿Somos felices siendo nosotros mismos, de manera egocéntrica y disonante, o de manera compartida y armónica?

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